Revista de Comunicación de la SEECI
Recibido: 21/02/2024 --- Aceptado: 09/04/2024 --- Publicado: 22/05/2024 |
Manuel Antonio Conde: Universidad de Huelva. España.
Cómo citar el artículo:
Conde, Manuel Antonio (2024). Explorando las tendencias y tácticas de control en Internet: un análisis global de los bloqueos y censura en redes sociales [Exploring trends and tactics of control on the Internet: a global analysis of social media blocking and censorship]. Revista de Comunicación de la SEECI, 57, 1-25. http://doi.org/10.15198/seeci.2024.57.e870
Introducción: La investigación se llevó a cabo con el objetivo de examinar las prácticas de control implementadas por diferentes entidades y gobiernos en el ámbito de la red. Se buscaba comprender cómo estas acciones afectaban a la libertad de expresión, el acceso a la información y la privacidad en línea. Metodología: La investigación incluyó una revisión exhaustiva de la literatura y de fuentes especializadas en el campo de la censura en Internet. Se utilizaron bases de datos junto con motores de búsqueda especializados. Se aplicaron términos de búsqueda específicos para recopilar datos relevantes sobre la censura en países y redes sociales particulares. Además, se llevó a cabo una búsqueda minuciosa en los principales medios de comunicación europeos para contrastar y ampliar la información recopilada. Resultados: Los resultados de la investigación revelaron una variedad de prácticas de control y censura en Internet, que incluían bloqueo de sitios web, filtrado de contenido, vigilancia masiva y restricciones al acceso a la información. Se identificaron patrones comunes en diferentes regiones del mundo, así como diferencias significativas en las estrategias utilizadas por diferentes actores, como gobiernos, empresas privadas y grupos de presión. Conclusiones: El control y la censura en Internet representan una amenaza significativa para los derechos digitales y la libertad de expresión en línea. Si bien algunas medidas pueden estar justificadas en nombre de la seguridad nacional o la protección de los usuarios, muchas de estas prácticas carecen de transparencia, son arbitrarias y pueden ser utilizadas para reprimir la disidencia y el pensamiento crítico.
Palabras clave: Censura digital; restricciones en línea; regulación de contenido; libertad expresión; redes sociales; Internet.
Introduction: The research was conducted to examine the control practices implemented by various entities and governments in the online realm. The aim was to understand how these actions affected freedom of expression, access to information, and online privacy. Methodology: The research involved a comprehensive review of literature and specialized sources in the field of Internet censorship. Databases and specialized search engines were utilized, applying specific search terms to gather relevant data on censorship in particular countries and social media platforms. Additionally, a meticulous search was conducted in major European media outlets to corroborate and expand the collected information. Results: The research findings revealed a variety of Internet control and censorship practices, including website blocking, content filtering, mass surveillance, and restrictions on access to information. Common patterns were identified across different regions of the world, alongside significant differences in strategies employed by various actors, such as governments, private companies, and lobbying groups. Conclusions: Internet control and censorship pose a significant threat to digital rights and freedom of expression online. While some measures may be justified in the name of national security or user protection, many of these practices lack transparency, are arbitrary, and can be used to suppress dissent and critical thinking.Traducción al inglés del resumen en español. Escrito en Tahoma 12, justificado.
Keywords: Digital censorship; online restrictions; Content regulation; Freedom of expression; social media; Internet.
La censura en Internet es un fenómeno complejo que abarca diversas formas de control y restricción de la información en línea. Tufekci (2017) aborda esta problemática al examinar cómo las redes sociales han transformado la dinámica de los movimientos sociales y protestas en la era digital. Destaca el papel crucial de plataformas como Twitter en la organización y difusión de protestas, al tiempo que resalta su vulnerabilidad frente a la censura y manipulación por parte de gobiernos y actores autoritarios.
Por otro lado, Morozov (2011) adopta una visión crítica sobre la idea de que Internet necesariamente promueva la libertad y la democracia. En su libro, Morozov argumenta que, en muchos casos, los regímenes autoritarios utilizan la misma tecnología para reforzar su control sobre la información y reprimir la disidencia, lo que desafía la noción optimista de la revolución digital. MacKinnon (2012) examina las tensiones entre el poder de las grandes empresas tecnológicas y los derechos de los usuarios en Internet. MacKinnon sostiene que, si bien estas plataformas pueden promover la libertad de expresión, también tienen la responsabilidad de proteger la privacidad y la seguridad de los usuarios frente a la censura estatal y la vigilancia corporativa.
Deibert (2008) profundiza en cómo se lleva a cabo la censura en Internet a nivel global. Describe las prácticas y políticas de filtrado de Internet en diferentes países, así como sus implicaciones para la libertad de expresión y el acceso a la información. Finalmente, Zuckerman (2013) ofrece una perspectiva sobre la conectividad digital, si bien su enfoque no se centra exclusivamente en la censura, explora cómo la conexión global a través de Internet puede afectar la percepción y la participación en asuntos sociales y políticos, lo que también tiene relevancia en el contexto de la censura en línea.
La regulación de las redes sociales es un tema de creciente importancia en el ámbito global, y diversos autores han analizado las leyes, políticas y prácticas que influyen en la censura de contenido en plataformas digitales. Gillespie (2018) examina cómo las decisiones de moderación de contenido en las redes sociales están influidas por una serie de factores, incluidos los valores culturales y las presiones regulatorias.
Por su parte, Balkin (2004) propone una teoría sobre la libertad de expresión en la sociedad de la información. Balkin explora cómo la libertad de expresión se puede preservar en el contexto digital, considerando los desafíos planteados por la regulación de las redes sociales y la moderación del contenido en línea.
Klonick (2018) analiza el papel de los nuevos actores que participan en la regulación del discurso en línea. Klonick examina cómo las personas, las normas y los procesos influyen en la gobernanza del discurso en Internet, y cómo esto afecta la libertad de expresión en las plataformas digitales.
Keller (2019) profundiza en la forma en que Facebook regula el discurso político en su plataforma. Keller examina las implicaciones de la regulación del discurso político por parte de una empresa privada y cómo esto puede afectar el ejercicio de la libertad de expresión y la participación democrática en línea. Finalmente, Douek (2020) ofrece una visión panorámica de la lucha global por gobernar Internet examinando cómo los gobiernos, las empresas tecnológicas y otros actores intentan regular el discurso en línea y las tensiones entre la libertad de expresión y otras consideraciones, como la seguridad y la protección de los usuarios.
La relación entre la censura en Internet y la libertad de expresión es un tema de gran relevancia en la sociedad contemporánea, y diversos autores han contribuido al análisis de este tema desde diferentes perspectivas. Chomsky (1988) examina cómo los medios de comunicación de masas pueden ejercer una forma de censura al limitar el espectro de opiniones y perpetuar narrativas que favorecen a ciertos intereses políticos y económicos. O'Neil (1991) aborda el tema de la libertad de expresión en el contexto académico explorando los límites y responsabilidades de la libertad de expresión en entornos educativos, considerando cómo la censura puede afectar el intercambio de ideas y el debate académico. Garton-Ash (2003) ofrece un enfoque más amplio sobre la libertad de expresión presentando los principios fundamentales para proteger la libertad de expresión en el entorno digital, destacando la importancia de garantizar la diversidad de opiniones y el acceso abierto a la información.
Goldsmith y Wu (2006) examinaron las dinámicas de poder en torno al control de Internet y cómo esto afecta la libertad de expresión en línea. Los autores exploran cómo diversos actores, incluidos gobiernos y corporaciones, buscan influir en el contenido en Internet y restringir la libre circulación de información. Por último, Simon (2014) ofrece una mirada detallada a la lucha global por la libertad de prensa analizando casos concretos de censura y represión de la libertad de expresión en diferentes partes del mundo, destacando los desafíos y las implicaciones de estas prácticas para los derechos humanos y la democracia.
La implementación de la censura en Internet y en las redes sociales implica el uso de diversos métodos y tecnologías diseñados para controlar y restringir el flujo de información en línea. Morozov (2011) examina cómo los regímenes autoritarios utilizan estas tecnologías para perpetuar su control sobre la información y reprimir la disidencia en línea. El autor destaca cómo los gobiernos pueden emplear herramientas como firewalls y filtrado de contenido para bloquear el acceso a sitios web y plataformas de redes sociales que consideran subversivos o peligrosos para su régimen. Por otro lado, MacKinnon (2012) aborda la lucha global por la libertad en Internet y cómo las tecnologías de censura afectan los derechos de los usuarios en línea. La autora analiza cómo las empresas tecnológicas pueden colaborar con gobiernos autoritarios para implementar políticas de censura y vigilancia digital que comprometen la privacidad y la libertad de expresión de los usuarios.
Deibert (2013) profundiza en el tema de la vigilancia digital y la privacidad examinando cómo las agencias de inteligencia y los gobiernos utilizan tecnologías de vigilancia digital, como la interceptación de comunicaciones y el seguimiento en línea, para monitorear y controlar las actividades en Internet y reprimir la disidencia política. York (2012) proporciona un análisis detallado sobre cómo los gobiernos pueden limitar la libertad en Internet explorando diferentes estrategias utilizadas por los gobiernos para bloquear el acceso a contenido en línea y restringir la libertad de expresión, incluyendo el bloqueo de direcciones IP y el uso de leyes de ciberseguridad para justificar la censura. Finalmente, Kenyon (2018) examina un caso específico de censura cómo el del gobierno de Bahréin utilizando tecnologías de filtrado de contenido y vigilancia digital para restringir la libertad de expresión en línea y perseguir a disidentes políticos, destacando los desafíos y las implicaciones de estas prácticas para los derechos humanos y la democracia en la era digital.
La evasión de la censura en Internet y en las redes sociales ha llevado al desarrollo de diversas estrategias por parte de los usuarios para garantizar el acceso a la información y la libertad de expresión. Zuckerman (2013) explora cómo las personas utilizan la tecnología para conectarse más allá de las fronteras físicas y superar las barreras impuestas por la censura en línea. El autor destaca cómo las redes privadas virtuales (VPN) y otras herramientas de anonimato permiten a los usuarios eludir la censura y acceder a contenido bloqueado. Por otro lado, Dingledine et al. (2011) analizan en su investigación sobre Tor, cómo esta red de anonimato proporciona a los usuarios una capa adicional de privacidad y seguridad en línea al enrutar el tráfico a través de una serie de nodos encriptados. Esta tecnología ha sido fundamental para permitir que los usuarios evadan la censura y la vigilancia gubernamental en entornos restrictivos.
Villeneuve (2008) examina cómo las herramientas de anonimato, como Tor, han sido utilizadas por activistas y disidentes para protegerse de la censura y la vigilancia en línea. El autor destaca la importancia de estas tecnologías en la protección de la privacidad y la libertad de expresión en entornos hostiles. Dingledine et al. (2004) proporcionan una visión detallada sobre el funcionamiento de Tor en su trabajo "Tor: The Second-Generation Onion Router". Los autores explican cómo esta red descentralizada permite a los usuarios navegar por Internet de forma anónima y eludir la censura mediante la distribución del tráfico a través de múltiples nodos encriptados. Además, Poitras (2014) documenta en su película Citizenfour cómo el denunciante Edward Snowden reveló la extensión de la vigilancia gubernamental en línea y el papel crucial de las herramientas de anonimato, como Tor, en la protección de la privacidad y la libertad en Internet. La película destaca la importancia de estas tecnologías en la lucha contra la censura y la vigilancia en línea.
Analizar las prácticas de censura en Internet en varios países, con el propósito de comprender las tendencias globales de censura en línea y sus efectos en la libertad de expresión y el acceso a la información en todo el mundo.
2.2. Objetivos específicos
Para llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre la censura y los bloqueos en Internet, se implementó una metodología sólida y detallada que comenzó con un análisis profundo de la literatura académica existente sobre el tema. Se buscó comprender el panorama general de la censura en Internet, identificando países donde estas prácticas eran prevalentes y examinando cómo los medios de comunicación abordaban estas cuestiones en diferentes contextos.
Este primer paso permitió establecer una base de conocimientos sólida sobre la censura en Internet y las diversas estrategias empleadas para restringir el acceso a la información y limitar la libertad de expresión en línea. Se identificaron tendencias globales y regionales en cuanto a la aplicación de la censura, así como áreas específicas de interés y preocupación.
Posteriormente, se llevó a cabo una búsqueda exhaustiva en bases de datos académicas, como Scopus y Web of Science, para recopilar investigaciones relevantes y estudios de casos sobre la censura en Internet. Se utilizaron términos de búsqueda específicos relacionados con la censura en países particulares y en plataformas de redes sociales específicas para garantizar la inclusión de datos pertinentes y actualizados.
Además de la revisión de la literatura académica, se realizó una búsqueda minuciosa en motores de búsqueda especializados en noticias y artículos de opinión relacionados con la censura en Internet. Se analizaron informes de organizaciones internacionales y grupos de defensa de los derechos humanos para obtener una perspectiva más completa de la situación de la censura en diferentes países y regiones.
Para llevar a cabo esta investigación, se partió de los datos proporcionados en los informes publicados por Neutral y Statista sobre los bloqueos de redes sociales por parte de los gobiernos (Gonzalo, 2022; Mena, 2022). Estos informes nos permitieron acotar los países donde desarrollar la investigación y nos proporcionó un punto de partida inicial al ofrecer información detallada sobre estos y las redes sociales que han experimentado censura, así como sobre los parámetros utilizados para analizarla, incluyendo la reincidencia, los cortes totales y el filtrado de datos. Utilizando esta información como base, se pudo acotar los países y las plataformas de redes sociales que se examinaron en nuestra investigación.
Este enfoque nos permitió no solo identificar los países y las redes sociales más afectadas por la censura, sino también comprender mejor la naturaleza y el alcance de las restricciones impuestas, incluyendo la frecuencia de la censura, la extensión de los cortes totales y la efectividad del filtrado de datos.
Para complementar estos datos, se llevó a cabo una investigación en los principales medios de comunicación europeos, como periódicos, revistas y sitios web de noticias, para contrastar la información publicada y ampliar el alcance de la investigación. Esto permitió obtener una visión más amplia y diversa de la censura en Internet, desde una perspectiva tanto académica como periodística.
En última instancia, esta metodología rigurosa y multifacética garantizó la obtención de datos precisos y relevantes sobre la censura en Internet, así como una comprensión más profunda de sus implicaciones sociales, políticas y culturales. Se inspiró en el enfoque utilizado por Zeynep Tufekci en su investigación sobre la interacción entre movimientos y redes sociales a nivel mundial (Tufekci, 2017), lo que garantiza la calidad y relevancia de los datos recopilados para este estudio.
La censura y los bloqueos en Internet representan un desafío significativo para la libertad de expresión en la era digital. En plataformas como Twitter, se han documentado casos tanto de censura abierta como de limitaciones encubiertas que restringen el acceso a la información y la expresión de ideas. Estas prácticas no se limitan a un país o región específica, sino que se extienden por todo el mundo, generando debates sobre los límites de la libertad en línea y el papel de las empresas tecnológicas en la moderación del contenido. A través de ejemplos concretos, como los bloqueos en China, Turquía y Venezuela, y las restricciones a partidos políticos en España, podemos entender mejor los desafíos y las implicaciones de la censura en Internet en la actualidad.
Los análisis nunca podrán ser completos mientras exista el bloqueo a los sitios web de China y viceversa. Es difícil realizar un análisis exhaustivo con datos objetivos de todos los sitios web debido a las restricciones impuestas por el gobierno chino a través del Gran Cortafuegos, un software desarrollado por el Ministerio de Seguridad Pública de China (Ministerio de Seguridad Pública, MSP), que inspecciona y bloquea aquellos sitios que considera perjudiciales según sus parámetros para la población china. En China, las redes sociales se desarrollan sin la presencia de plataformas como Facebook, Twitter y otras redes sociales occidentales. A pesar de ello, en la segunda economía más grande del mundo, los consumidores chinos recorren un viaje digital similar al del resto de la población mundial, pero lo hacen a través de plataformas de medios sociales controladas por el gobierno. China cuenta con la mayor base de datos de usuarios del mundo en un solo país y presenta el entorno más activo en redes sociales. Según investigaciones realizadas en 2012 (Chiu et al., 2012), los usuarios chinos pasaban más del 40% de su tiempo en línea utilizando una variedad de herramientas tecnológicas y sociales más avanzadas que las ofrecidas por las empresas occidentales.
Tabla 1
Sitios bloqueados en China.
SITIOS BLOQUEADOS EN CHINA |
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REDES SOCIALES |
APPS |
Facebook, Twitter, Instagram, Reddit, Pinterest, Tumblr, Snapchat, Picassa, Wordpress.com, Blogspot, Flickr, SoundCloud, Google+, Google Hangouts, Hootsuite |
Google Play, Whatsapp, Viper, Telegram, Line, Periscope, Kakao Talk, Discord |
MOTORES DE BÚSQUEDA |
VÍDEO SHARING |
Google, Ask.com, Duck Duck Go, Yahoo! |
YouTube, Vimeo, Daily Motion, Twitch, Nico Vídeo |
MEDIOS DE COMUNICACIÓN |
PLATAFORMAS STREAMING |
The New York Times, Financial Times, The Wall Street Journal, The Economist, Bloomberg, Reuters, The Independent, Le Monde, El País, LÈquipe, Google News, Wikipedia y Wikileaks |
Netflix, Amazon Prime, Hulu, Twitch, BBC iPlayer, Spotify, SoundCloud y Pandora radio |
HERRAMIENTAS DE TRABAJO |
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Google Drive, Google Docs, Gmail, Google Calendar, Dropbox, ShutterStock, Slideshare, Slack, iStockPhotos, WayBackMachine, Scribd, Xing y Android. |
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Fuente: Furuo-Fu, 2018; Monroy, 2024.
La única manera de acceder a estos sitios en China es a través de una VPN para ocultar la dirección IP y así sortear los cortafuegos del gobierno y poder acceder a los sitios web o aplicaciones que se reflejan en la tabla 1. Sin embargo, en China existe un universo alternativo de redes sociales, aplicaciones y medios de comunicación totalmente diferente, todos ellos dirigidos exclusivamente a la población china y con características técnicas muy similares a las aplicaciones utilizadas en el resto del mundo. Según Xisi-Dai (2018), las alternativas a Facebook en China incluyen Qzone, con más de 712 millones de usuarios, y PengYouWan, con 259 millones de usuarios. En cuanto a alternativas a Twitter, destacan las aplicaciones de Tencent Weibo, con 507 millones de usuarios, y Weibo Sina, con 500 millones de usuarios. Para sustituir a YouTube, en China se utilizan plataformas como Youku y TuDouWan (Monroy, 2024). La alternativa a WhatsApp en ese momento era Weixin, conocida en occidente como WeChat (Monroy, 2024), mientras que la alternativa a la red profesional LinkedIn era UshiWan, que contaba con más de 400 millones de usuarios.
Figura 1
Las redes sociales favoritas en China agrupadas por el tipo de negocio/funciones de cada plataforma.
Fuente: Figura recuperada de (Kantar Media CIC, 2018).
La figura 1 presenta las redes sociales en China agrupadas según las funciones de cada plataforma, mientras que la figura 2 muestra las relaciones entre las redes sociales más conocidas en Occidente y sus homólogas en China, organizadas según el negocio o las funciones principales de cada una (Kantar Media CIC, 2018). Se observa que la mayoría de las plataformas exitosas en China son desarrolladas por un pequeño número de empresas tecnológicas prominentes, como Tencent, Baidu, ByteDance, Sina y Alibaba (Villamuera, 2023).
Figura 2
Infografía de las redes sociales chinas equivalentes con las occidentales.
Fuente: Crampton, 2010.
En la tabla 2 se detallan las redes sociales occidentales bloqueadas en China, las cuales han sido reemplazadas por plataformas similares creadas y controladas por el gobierno chino. Estas alternativas solo están accesibles dentro del país, lo que indica una doble capa de censura en estas redes sociales.
Tabla 2
Equivalencia de redes sociales de occidente y China.
Equivalencia de redes sociales de occidente y China |
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1.000 millones |
(Harwit, 2017; Lien y Cao, 2014; Xu et al., 2015) |
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2.271 millones |
Renren y Qzone |
771 millones |
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YouTube |
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Youku |
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(Li et al., 2016; Tech In Asia, 2019) |
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500 |
Weibo Sina |
500 |
(Chernavina, 2017; Gao et al., 2012; Sullivan, 2014) |
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Fuente: Elaboración propia.
El gobierno ruso ha promulgado una serie de leyes con el propósito de regular y censurar el contenido en línea, incluyendo las redes sociales. Estas leyes, introducidas a partir de 2012, abarcan la Ley de Protección de la Información Infantil en Internet, la Ley de Protección de Datos Personales y la Ley de Blogueros, entre otras. Dichas legislaciones confieren al gobierno ruso una amplia autoridad para supervisar y censurar el contenido en línea, incluyendo el de las redes sociales. En 2019, se aprobó una ley que habilita al gobierno para designar a individuos y organizaciones como agentes extranjeros si reciben financiamiento del extranjero y están involucrados en actividades políticas, lo que ha sido utilizado para coaccionar a medios de comunicación independientes y organizaciones de la sociedad civil, generando autocensura y el cierre de diversas plataformas en línea (Sahuquillo, 2019).
Plataformas como LinkedIn han sido bloqueadas por no cumplir con las regulaciones locales sobre almacenamiento de datos de usuarios. En abril de 2018, el gobierno ruso bloqueó la popular aplicación de mensajería Telegram luego de que la empresa se negara a brindar acceso a sus mensajes encriptados al Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) (Roth, 2018). Este bloqueo fue parte de un esfuerzo más amplio para controlar las comunicaciones en línea y evitar la divulgación de información considerada perjudicial para el estado (BBC, 2018).
El gobierno ruso ha empleado su influencia sobre las redes sociales y otras plataformas en línea para censurar contenido político que percibe como subversivo o dañino para el estado. Esto ha resultado en el bloqueo o la eliminación de cuentas y publicaciones en redes sociales como Facebook, Twitter y YouTube, así como en la imposición de multas y otras sanciones a los usuarios que comparten información considerada ilegal o difamatoria (Cuesta, 2022).
Como observamos a lo largo de esta década Rusia ha intentado controlar las redes sociales, y como medida extrema, Rusia ha desarrollado un Internet propio denominado RuNET que tiene la posibilidad de funcionar por sí mismo sin estar conectado al resto de segmentos de la red mundial, e indudablemente esto proporciona un control total del contenido de la misma y una posible desconexión total de las redes sociales generalistas de Occidente (Soto y Bonilla, 2023).
Medios de comunicación como The Guardian, BBC News, The Independent y El País han brindado una amplia cobertura de la situación de las redes sociales en Rusia, destacando los casos de censura y bloqueo que han ocurrido desde su implementación.
La censura y el bloqueo de redes sociales en Irán son prácticas habituales, particularmente durante periodos de agitación política y manifestaciones populares. Uno de los episodios más notorios ocurrió durante las protestas posteriores a las elecciones de 2009, conocidas como la Revolución Verde, cuando el gobierno bloqueó el acceso a plataformas como Facebook, Twitter y YouTube para evitar la organización y divulgación de información sobre las protestas (BBC, 2019).
Además de las manifestaciones políticas, las autoridades iraníes han empleado la censura en Internet como una estrategia para sofocar la disidencia y controlar la narrativa pública. Redes sociales y aplicaciones de mensajería, como Telegram, han sido blancos de bloqueos temporales o permanentes en respuesta a contenido considerado subversivo o crítico hacia el régimen. Para llevar a cabo esta censura, el gobierno utiliza una combinación de tecnologías de filtrado y monitoreo del tráfico en línea, así como la colaboración con proveedores de servicios de Internet para bloquear sitios web y aplicaciones específicas.
El impacto de esta censura se ha extendido más allá de lo político, afectando también a la sociedad civil y la libertad de expresión en general. Muchos ciudadanos iraníes han recurrido a herramientas de evasión, como VPN y servicios de proxy, para sortear las restricciones y acceder al contenido bloqueado. Esta situación ha sido objeto de amplia documentación por parte de organizaciones de derechos humanos y medios de comunicación internacionales, lo que ha suscitado preocupación por las violaciones de los derechos digitales y la libertad de expresión en Irán (Águila, 2023).
La censura y los bloqueos en Arabia Saudita han sido una práctica común durante muchos años, con el gobierno ejerciendo un control estricto sobre el acceso a Internet y las redes sociales. Uno de los momentos más destacados ocurrió en 2010, cuando el gobierno saudí bloqueó el acceso a plataformas como Facebook y Twitter en un intento de sofocar la disidencia y prevenir posibles protestas inspiradas por la Primavera Árabe en otros países de la región (Europa Press, 2011).
Desde entonces, Arabia Saudita ha continuado implementando medidas para restringir el acceso a ciertos sitios web y plataformas de redes sociales. En 2013, el gobierno introdujo una ley que requería a todos los usuarios de redes sociales registrarse con su número de identificación nacional, lo que permitía al gobierno rastrear y monitorear las actividades en línea de los ciudadanos. Posteriormente, aligeró la censura sobre Internet, aunque comenzó a monitorear las aplicaciones de WhatsApp, Skype y Viber (Kippel, 2017).
Además, el gobierno saudí ha utilizado tecnologías de filtrado y bloqueo para restringir el acceso a contenido considerado inapropiado o crítico con el régimen. Esto incluye sitios web y plataformas que abordan temas sensibles como los derechos humanos, la religión y la política. Asimismo, las autoridades saudíes han bloqueado aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Telegram en momentos de agitación política o crisis internas (Blanco, 2017).
Actualmente, diversas personalidades, directores de cine, actores y músicos bajo el hashtag #stopcensura se manifiestan desde hace unos meses para denunciar la censura en este país y países cercanos como Kuwait y Emiratos (Junquera, 2023).
Uno de los momentos más destacados de censura en Vietnam ocurrió en 2009, cuando el gobierno implementó una serie de regulaciones para controlar el contenido en línea. Estas regulaciones otorgaron al gobierno amplios poderes para monitorear y censurar el contenido en Internet, y se utilizaron para bloquear el acceso a sitios web y redes sociales críticas del gobierno (El Mundo, 2009).
En Vietnam, la censura en línea y los bloqueos de sitios web y redes sociales son prácticas comunes y están respaldados por una serie de leyes y regulaciones gubernamentales. A lo largo de los años, el gobierno vietnamita ha implementado medidas para controlar y restringir el acceso a la información en línea, particularmente aquella que considera crítica o perjudicial para el régimen. En el año 2021 nombró a un militar como responsable del Ministerio de Propaganda para crear la Fuerza 47, lo que denominan las cibertropas, las cuales controlan las opiniones y la información en las redes sociales (Kumar, 2021).
En Corea del Norte, el acceso a Internet está altamente restringido y controlado por el gobierno. El país cuenta con una intranet cerrada llamada Kwangmyong, que está separada de Internet y solo es accesible para un número limitado de ciudadanos y autoridades del gobierno. El acceso a Internet público está disponible solo para un pequeño grupo de élite, como altos funcionarios del gobierno, científicos y algunos profesionales extranjeros (Colombo, 2023).
El acceso a sitios web extranjeros está bloqueado y solo se permite el acceso a una selección limitada de sitios web controlados por el gobierno. Los ciudadanos no tienen acceso a redes sociales populares como Facebook, Twitter o YouTube, y el contenido en línea está altamente censurado para eliminar cualquier crítica al régimen o información considerada perjudicial para el gobierno.
Un ejemplo inverso, es el ocurrido en 2022, cuando un ciberataque dejó a Corea del Norte sin acceso a Internet, y todo el tráfico hacia y desde Coreo del Norte quedo bloqueado en diversos momentos dejando al Gobierno y diversas empresas que necesitan Internet para operar como la compañía aérea Air Koryo si poder funcionar (Agencias Seúl, 2022).
En los Emiratos Árabes Unidos (EAU), la censura de las redes sociales y el control de Internet son prácticas comunes llevadas a cabo por el gobierno para regular el flujo de información y proteger la moral pública y los valores culturales del país. Aunque los EAU son conocidos por su modernidad y desarrollo económico, mantienen políticas estrictas en lo que respecta a la libertad de expresión en línea y la difusión de contenido considerado inapropiado o crítico con el gobierno.
En términos de fechas específicas, las políticas de censura en los EAU han sido implementadas de manera gradual a lo largo del tiempo, con medidas adicionales tomadas en respuesta a eventos específicos o cambios en la situación política. Por ejemplo, durante la Primavera Árabe en 2011, los EAU intensificaron sus esfuerzos de censura en línea para prevenir la propagación de protestas y movimientos similares en el país (Soengas-Pérez, 2013).
En Bielorrusia, la censura de Internet y el bloqueo de plataformas en línea son prácticas comunes utilizadas por el gobierno para restringir el acceso a la información y controlar la narrativa pública.
Una de las medidas más destacadas ocurrió durante las protestas postelectorales de 2020, tras las controvertidas elecciones presidenciales en las que Alexander Lukashenko fue reelegido en medio de acusaciones de fraude electoral. En respuesta a las protestas masivas que siguieron a las elecciones, el gobierno bielorruso bloqueó el acceso a varias plataformas en línea, incluidas redes sociales como Telegram y sitios web de medios de comunicación independientes. Este bloqueo tuvo como objetivo evitar la organización y difusión de información sobre las protestas y reprimir la disidencia (Chodownik, 2024).
La historia de YouTube está marcada por episodios de censura y bloqueo en varios países, lo que demuestra que la idea de la censura en los medios de Internet sigue siendo relevante en la era digital. A lo largo de su trayectoria, YouTube ha sido bloqueado en más de 20 ocasiones en diferentes lugares, incluyendo Arabia Saudita, Bangladés, China, Pakistán, Tailandia y Turquía (CNN, 2009; Hunter, 2008). Uno de los casos más notables fue en China en 2008, cuando el gobierno bloqueó el acceso a YouTube después de disturbios en el Tíbet, una restricción que persiste hasta hoy en día (Hunter, 2008).
En 2009, YouTube fue bloqueado en China tras la publicación de un video que mostraba la brutal represión de partidarios del Dalai Lama por la policía china, lo que marcó uno de los bloqueos más significativos y prolongados (Helft, 2009). En Turquía, se han producido varios bloqueos de YouTube, siendo uno de los más destacados en 2009 debido a videos que se burlaban de Atatürk, el fundador de la nación turca (Rosen, 2008). En 2014, Turquía bloqueó nuevamente YouTube después de la publicación de un video que revelaba conversaciones de seguridad de alto nivel del primer ministro Erdogan, a pesar de las sentencias judiciales que ordenaban levantar el bloqueo (Akgül y Kırlıdoğ, 2015; Butler, 2014; Crampton, 2007; Di-Florio et al., 2014).
Además de estos bloqueos, países occidentales como Alemania, Reino Unido y Estados Unidos han enfrentado problemas con YouTube por violaciones de derechos de autor (Rosen, 2008). La plataforma advierte sobre los derechos de autor y prohíbe la publicación de contenido que viole estos derechos, así como contenido pornográfico, ilegal, violento o de odio (Bañuelos, 2009).
En resumen, la censura y los bloqueos en YouTube son el resultado de diversas preocupaciones, desde la protección de los derechos de autor hasta la seguridad nacional. Sin embargo, YouTube sigue siendo un espacio crucial para la libertad de expresión y la difusión de noticias, brindando a los usuarios una plataforma para compartir información y ejercer la democracia en un entorno cada vez más digitalizado.
También la propia plataforma ha censurado en diversos momentos canales, usuarios y diversas prácticas en los vídeos publicados, aunque quizás la más significativa fue la practicada en 2019, cuando la plataforma borró más de 17.000 canales por las nuevas políticas contra el odio, ya que estos canales y vídeos violaban las normativas contra el odio impuestas por la plataforma (Fernández, 2019).
La censura en Twitter es un fenómeno ampliamente conocido que afecta a diversos países, como Irán, Turquía, China y Egipto, así como casos singulares en Rusia, Corea del Sur y la cuenta de Wikileaks. Twitter permite que los gobiernos soliciten la censura de información, y también divulga estadísticas sobre la censura en cada país a través del sitio web Chilling Effects (Tanash et al., 2015).
El gobierno de Turquía es el que lidera en número las solicitudes de censura de información en Twitter, y este fenómeno se intensificó después de varios cortes de acceso a Twitter en respuesta a casos de corrupción (Akgül y Kırlıdoğ, 2015; Tanash et al., 2015). En Irán, las cuentas de usuarios de Twitter están bloqueadas desde 2009, mientras que, en Corea del Norte, la censura de Internet es total y el uso de Twitter puede castigarse con la pena de muerte. En Eritrea, el acceso a Twitter es prácticamente imposible debido a la gran cantidad de restricciones, y en otros países como Siria, Emiratos Árabes Unidos, Libia y Afganistán, el acceso a las redes sociales ha sido bloqueado selectivamente en diferentes momentos (Infobae, 2014).
El acceso a Internet en Cuba está severamente limitado, y especialmente no hay cobertura para Twitter, ya que el gobierno cubano no reconoce el acceso a la tecnología como un derecho fundamental (Aldous, 2015). En China, tras disturbios en Xinjiang, el gobierno bloqueó el acceso a Twitter en todo el país excepto en Shanghái. Además, Twitter y Facebook están bloqueados en China y están sujetos a una censura activa por parte del gobierno, que filtra contenido, direcciones IP y términos de búsqueda (Bamman et al., 2012).
Durante la revolución egipcia en 2011, el gobierno bloqueó Twitter a través de la compañía Vodafone Egipto para evitar la difusión de información sobre las protestas en la Plaza Tahrir (Howard y Hussain, 2011; Murphhy, 2011). También es destacable la presunta censura de las cuentas de Twitter de Wikileaks en 2010, durante la filtración de documentos diplomáticos de Estados Unidos. Aunque Twitter negó haber modificado las tendencias para favorecer o perjudicar a Wikileaks, las acusaciones persistieron (Bell, 2010; Eugenia, 2010). Este tipo de situaciones se han repetido a lo largo del tiempo, siendo el incidente más reciente en diciembre de 2018 (Figura 3), cuando se produjo un presunto ciberataque que bloqueó el acceso de Wikileaks a Twitter, impidiendo el acceso a la plataforma durante más de 24 horas tras un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS).
Figura 3
Tuit sobre el ciberataque a cuentas de Wikileaks en Twitter.
Fuente: Captura de pantalla de (Wikileaks [@wikileaks], 2018).
Un bloqueo significativo ocurrió en enero de 2019, cuando el Gobierno de Venezuela, bajo el liderazgo de Nicolás Maduro, enfrentó una sublevación por parte de un grupo de militares disidentes. En respuesta, el gobierno implementó un bloqueo de acceso a Twitter y otras redes sociales a través del principal proveedor de servicios de telecomunicaciones del país, CANTV. Esta acción fue denunciada y confirmada por la organización civil Netblocks, especializada en monitorear la censura en línea, como se evidencia en la captura de pantalla de su cuenta de Twitter en la figura 4 (Netblocks, 2019).
Figura 4
Tuit de confirmación sobre el ciberataque a cuentas de Wikileaks en Twitter.
Fuente: Captura de pantalla de (NetBlocks [@netblocks], n.d.).
En Twitter, además de los casos evidentes de censura, también existen limitaciones que pueden interpretarse como formas encubiertas de censura, especialmente en contextos específicos. Esta problemática es recurrente en muchos países, aunque en España el primer caso de disputa con Twitter por limitación de uso o censura se registró en enero de 2019. En dicho caso, la compañía Twitter generó controversia al restringir el uso de la cuenta del partido político VOX el 22 de enero de 2019, impidiéndole emitir mensajes durante 12 horas hasta que se eliminara un tuit (Figura 70), argumentando una posible "incitación al odio" (Huffington Post, 2020; Pérez-Colomé, 2020). Twitter ocultó el tuit en cuestión para la comunidad y emitió un comunicado afirmando: "Somos una compañía imparcial y no participamos en prejuicios o sesgos políticos de ningún tipo. Aplicamos las Reglas de Twitter de manera imparcial y equitativa para todos los usuarios, independientemente de su origen o afiliación política". La plataforma mantuvo bloqueada la posibilidad de emitir más tuits hasta que se eliminara el tuit en disputa o se resolviera la controversia asociada al mismo.
Figura 5
Tuit de VOX que inició el bloqueo de la cuenta en Twitter.
Fuente: Huffington Post, 2020.
En el año 2023, tras la compra de la plataforma por Elon Musk, la propia red, ahora denominada X, impuso una serie de limitaciones y bloqueos en el acceso a la red social para aquellos usuarios que consulten la red sin haber iniciado sesión, y un número de visionados y publicaciones para las cuentas dependiendo si estas están verificadas o no en la red social (Europa Press, 2023).
TikTok ha enfrentado amenazas de bloqueo en varios países debido a preocupaciones sobre la seguridad de los datos de los usuarios y el contenido inapropiado. En 2020, la administración del expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció planes para prohibir TikTok en el país citando preocupaciones de seguridad nacional. Sin embargo, esta prohibición fue objeto de disputas legales y no se implementó (Guimón, 2020). Posteriormente, Estados Unidos ha aprobado un proyecto de ley para prohibir TikTok en el país argumentando problemas de seguridad interna, aunque la empresa anunción que presentará batalla legal para evitar la censura en el país (Público, 2024)
Además, en otros países como India, TikTok fue prohibido temporalmente en 2020 debido a preocupaciones sobre el contenido inapropiado y la seguridad de los datos de los usuarios. Sin embargo, estas prohibiciones pueden cambiar dependiendo de las políticas gubernamentales y las negociaciones con la empresa propietaria de TikTok, ByteDance.
La empresa propietaria de TikTok niega que, de datos de sus usuarios al Gobierno chino, pero muchos países encabezados por Estados Unidos, indican que la plataforma puede vulnerar los datos de los usuarios y que le información quede expuesta, por ello países como Reino Unido, Nueva Zelanda, Dinamarca, Bélgica o Canadá estén dando las primeras órdenes para el bloqueo de TikTok en esos países (Euronews, 2023).
Nuestra investigación exhaustiva sobre las prácticas de censura en Internet en diversos países ha puesto de relieve la relevancia crítica de este tema en el actual panorama global. Al examinar meticulosamente casos específicos de censura y bloqueo de redes sociales en naciones como China Popular, Corea del Norte, Irán, Rusia, Arabia Saudita y otros, hemos identificado patrones recurrentes y tendencias preocupantes. Estos análisis nos han brindado una comprensión más profunda sobre cómo se llevan a cabo estas prácticas de censura en línea, incluyendo las fechas y circunstancias precisas de cada evento.
Asimismo, hemos realizado un estudio exhaustivo de las políticas gubernamentales que respaldan estas prácticas, con un enfoque particular en las medidas utilizadas para bloquear o restringir el acceso a las redes sociales occidentales. Esta investigación nos ha permitido comprender mejor los mecanismos que los gobiernos emplean para controlar el flujo de información en línea y limitar la libertad de expresión de sus ciudadanos.
Nuestra investigación corrobora las conclusiones destacadas por Funk et al. (2023), quienes identificaron puntos críticos relacionados con la represión de la censura y los bloqueos, y su impacto en la disminución de la libertad global en Internet, así como en el aumento de los ataques a la libertad de expresión. Estos fenómenos no solo se limitan a los países ampliamente conocidos como los de China y Corea del Norte, sino que también se están volviendo más evidentes a nivel mundial. Además, nuestro estudio revela un incremento progresivo en el número de países que recurren a algún tipo de censura con el tiempo, como lo ilustra el caso paradigmático de TikTok.
Es imperativo realizar una investigación exhaustiva del caso extraordinario de TikTok para comprender la gravedad de los cortes de acceso a esta plataforma en ciertos países, así como las posibles consecuencias que esto conllevará. Estas repercusiones no solo afectarán al acceso a la información y a la libertad de expresión en la red, sino que también podrían tener un impacto significativo en otras redes sociales. La intrusión de los gobiernos en una red social específica plantea interrogantes sobre la integridad y el futuro del ecosistema digital en su conjunto.
Al mismo tiempo, hemos evaluado el impacto sociopolítico y cultural de la censura en Internet en cada país estudiado. Esta evaluación ha sido esencial para comprender las repercusiones para la sociedad civil, los derechos humanos y la democratización de la información. Hemos observado cómo estas prácticas de censura socavan la democracia al restringir el intercambio libre de ideas y la participación ciudadana en asuntos de interés público, perpetuando así un entorno donde la disidencia política es reprimida y el statu quo es mantenido.
Nuestros hallazgos resaltan la importancia de promover y proteger los derechos digitales como parte integral de los derechos humanos universales, como la libertad de expresión y el acceso a la información. Estas prácticas, llevadas a cabo por gobiernos en todo el mundo, tienen como objetivo controlar la narrativa pública, restringir la disidencia política y mantener el status quo. Por lo tanto, abogamos por un acceso libre y sin restricciones a Internet como un medio fundamental para fomentar el debate democrático, la participación ciudadana y el desarrollo social y económico.
Es esencial que la comunidad internacional tome medidas concretas para responsabilizar a los gobiernos que violan estos derechos y garantizar la rendición de cuentas en casos de abuso de poder y represión en línea. En última instancia, el acceso libre y abierto a la información en línea es fundamental para el ejercicio efectivo de la democracia y el respeto de los derechos humanos en el mundo moderno.
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Contribuciones de los autores:
Conceptualización, Metodología, Software, Validación, Análisis formal, Curación de datos, Redacción-Preparación del borrador original, Redacción-Revisión y Edición, Visualización, Administración de proyectos: Conde, Manuel Antonio. El autor ha leído y aceptado la versión publicada del manuscrito: Conde, Manuel Antonio.
Manuel Antonio Conde
Universidad de Huelva.
Doctor en Comunicación y profesor del Máster Universitario en Tecnología Educativa y Competencias Digitales de la Universidad Internacional de la Rioja y del Máster Universitario en Formación del Profesorado de Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas de la Universidad Nebrija. Graduado en Educación Social por la Universidad de Huelva. Posee el Máster de Comunicación y Educación Audiovisual por las Universidades de Huelva y la Internacional de Andalucía. Sus principales líneas de investigación son la comunicación, nuevos medios, alfabetización mediática y competencia digital. Asesor Técnico en Microinformática en la Agencia Digital de la Junta de Andalucía como en el área de Tecnologías de la Información y las Telecomunicaciones. manuelantonioconde@gmail.com
Índice H: 6
Orcid ID: https://orcid.org/0000-0002-7382-2166
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ResearchGate: https://www.researchgate.net/profile/Manuel-Conde-2
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