doi.org/10.15198/seeci.2020.53.1-22
INVESTIGACIÓN
A CONTRACORRIENTE. LOS MEDIOS DIGITALES INDEPENDIENTES DE PERIODISMO AMBIENTAL EN MÉXICO
AGAINST THE CURRENT. INDEPENDENT ENVIRONMENTAL JOURNALISM ON DIGITAL MEDIA IN MEXICO
EM CONTRAFLUXO. A MÍDIA DIGITAL INDEPENDENTE DO JORNALISMO AMBIENTAL NO MÉXICO
Raquel Aparicio Cid1
1Universidad Veracruzana. México.
[1] Raquel Aparicio Cid. Profesora de posgrado Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana. Doctora en Investigación Educativa por la Universidad Veracruzana. raparicio@uv.mx
RESUMEN
En este artículo se presentan los resultados de un estudio exploratorio y descriptivo realizado con el objetivo de conocer la situación del periodismo ambiental que se desarrolla en México a través de medios digitales independientes especializados, y de identificar las iniciativas más sólidas en este rubro. Se encontró que, del universo de medios digitales que difunden información ambiental, existen tres que generan sus propios contenidos mediante una práctica profesional con perspectiva de complejidad, contextualizada, próxima a la identidad cultural y ecosistémica de las regiones en las que operan. Para lograr una comprensión cualitativa de estas iniciativas periodísticas, se hicieron entrevistas a los directores de tres de ellos, con el fin de conocer su perspectiva sobre las problemáticas socioambientales del país, el papel del periodismo ambiental en la visibilización de los temas ambientales en el ámbito social, así como los desafíos y las posibilidades de consolidación de este quehacer. Los directores de estos sitios son periodistas de vasta experiencia que procuran ofrecer contenidos útiles para la comprensión, la reflexión y la toma de decisiones por parte de las audiencias acerca de problemas locales. Se concluye que, frente al desinterés de otros actores por generar información ambiental útil para la toma de decisiones a escala social y política, es necesario fortalecer este tipo de iniciativas, pues constituyen un referente del tipo de periodismo ambiental requerido para las condiciones del país y su replicación es deseable para favorecer la acción social en los asuntos ambientales a nivel local.
PALABRAS CLAVE: Periodismo local, Transversalidad, Complejidad, Problemas socioambientales, Identidad cultural, Periodismo de investigación, Comunicación ambiental.
ABSTRACT
This article presents the results of an exploratory and descriptive study made with the purpose of knowing the reality of environmental journalism in Mexico, through specialized digital media, and of identifying the most solid initiatives in this field. It was found that, of the spectrum of digital portals that divulge environmental information, there are three who produce their own content through a professional practice with a complex and contextualized perspective, close to the cultural and ecosystemic identity of their respective regions of operations. In order to achieve a qualitative comprehension of these journalistic endeavours, interviews were made with the editors of three of them, aiming to know their views on socio environmental issues in the country, the role of environmental journalism in the visibility of environmental topics in the social sphere, and the challenges and possibilities of consolidation of this profession. The editors of these sites are veteran journalists who seek to offer contents that are useful for comprehension, reflection, and decision-making by audiences on local issues. It is concluded that, against the disinterest of other actors to generate useful environmental information for social and political decision-making, it is necessary to strengthen these kind of initiatives, for they constitute a referent to the kind of environmental journalism that is required by the conditions of the country and their replication is desirable in order to favour social action in environmental issues on a local scale.
KEY WORDS: Local journalism, transversality, complexity, socio environmental issues, cultural identity, investigative journalism, environmental communication.
RESUMO
Neste artigo se apresentam os resultados de um estudo exploratório e descritivo feito com o objetivo de conhecer a situação do jornalismo ambiental que se desenvolve no México através de mídias digitais independentes especializadas, e de identificar as iniciativas mais sólidas nesta área. Foi descoberto que, do universo de mídias digitais que disseminam a informação ambiental, existem três que geram seus próprios conteúdos mediante uma prática profissional com perspectiva de complexidade, contextualizada, próxima a identidade cultural e ecosistémica das regiões nas que operam. Para alcançar uma compreensão qualitativa destas iniciativas jornalísticas, se fizeram questionários aos diretores de três jornais, com a finalidade de conhecer sua perspectiva sobre as problemáticas socioambientais do país, o papel do jornalismo ambiental na visibilidade dos tópicos ambientais no ámbito social, assim como os desafios e as possibilidades de consolidação deste trabalho. Os diretores destes lugares são jornalistas de vasta experiência que procuram, oferecer conteúdos úteis para a compreensão, reflexão e a tomada de decisões por parte das audiências sobre os problemas locais. Se conclui que, devido ao desinteresse de outros atores por gerar informação ambiental útil para a tomada de decisões a escala social e política, é preciso fortalecer este tipo de iniciativas, pois constitui uma referência do tipo de jornalismo ambiental requerido para as condições do país e sua replicação é desejável para favorecer a ação social nos quesitos ambientais a nível local.
PALAVRAS CHAVE: Jornalismo local, Transversalidade, Complexidade, Problemas socioambientais, Identidade cultural, Jornalismo investigativo, Comunicação.
Correspondencia:
Raquel Aparicio Cid : Universidad Veracruzana. México. raparicio@uv.mx
Recibido: 30/05/2020.
Aceptado: 22/07/2020.
Publicado: 15/11/2020.
Cómo citar el artículo:
Aparicio Cid, R. (2020). A contracorriente. Los medios digitales independientes de periodismo digital en México. [Against the current. independent environmental journalism on digital media in Mexico]. Revista de Comunicación de la SEECI, 53, 1-22. doi: http://doi.org/10.15198/seeci.2020.53.1-22
Recuperado de http://www.seeci.net/revista/index.php/seeci/article/view/665
1. INTRODUCCIÓN: COMUNICACIÓN Y PERIODISMO AMBIENTAL
El modelo civilizatorio ha provocado en el mundo severos niveles de deterioro ambiental y de pérdida de biodiversidad, entre otros fenómenos globales ampliamente documentados2. La inviabilidad de dicho modelo, tanto en lo social como en lo ambiental, invoca la necesidad de establecer nuevas formas de vida basadas en la sustentabilidad y la autocontención, a través de una transformación profunda de las perspectivas y valores hacia el mundo natural, hacia la propia especie, y la relación entre ambos (Meisner, 2015). En dicha transformación resultan vitales las funciones de la comunicación en los procesos sociales de creación de significados, ya que a través de ella se moldea la forma de comprender y valorar el mundo, así como del papel de los seres humanos en éste (Meisner, 2015). La comunicación puede incidir en la construcción de una cultura distinta a la actual respecto de su relación con la naturaleza (Castro, Reyes y Larrosa, 2012). Refiero en particular a las posibilidades que para esta transformación ofrece la comunicación ambiental en México, una nación de múltiples y complejas realidades socioambientales, que demandan una diversidad de alternativas desde el ámbito social para establecer un orden social equitativo y sustentable. A diferencia de su devenir en otros países, la comunicación ambiental es aquí un campo emergente que surge de la experiencia y la práctica cotidiana poco reconocida de técnicos agrícolas y forestales, campesinos, expertos de las ciencias naturales, organizaciones sociales y ambientalistas, activistas, comunicadores y periodistas especializados en asuntos ambientales.
Dentro del contexto multiorigen de la comunicación ambiental, el periodismo ambiental es un campo poco estudiado, que se construye desde la práctica profesional y enfrenta importantes desafíos, por lo cual resulta relevante hacer una revisión crítica de su situación y sus perspectivas de consolidación.
[2] Léase el reporte publicado en 2019 por la Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services (IPBES) (en: https://ipbes.net/global-assessment), o los tres reportes especiales generados por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) entre 2018 y 2019: Global Warming of 1.5ºC (SR15), Climate Change and Land (SRCCL), The Ocean and Cryosphere in a Changing Climate (SROCC) (en https://www.ipcc.ch/assessment-report/ar6/).
1.1. Contexto del periodismo ambiental en México
El concepto de periodismo ambiental puede elaborarse a partir de sus características: sin ser periodismo científico, utiliza elementos teóricos de diversas disciplinas científicas para explicar los fenómenos naturales; involucra aspectos filosóficos, éticos y culturales en su comprensión de los problemas; es preventivo, pues prevé sucesos negativos a partir de una presente realidad conflictiva. Es considerado “periodismo de inversión”, pues requiere de largos periodos de investigación, el trabajo de periodistas especializados y expertos, así como recursos financieros; demanda la consulta de diversas fuentes, con perspectivas a veces contrapuestas, en torno a un mismo asunto; por sus finalidades, promueve el cambio social (González, 2007).
El surgimiento del periodismo ambiental obedeció en gran manera a las crecientes consecuencias del daño ambiental para las poblaciones humanas. Pese a ser una especialidad marginalizada en el espectro de la comunicación pública, el periodismo ambiental es reconocido como un quehacer profesional imprescindible (Picó y Pellisser, 2010). Por otro lado, si el periodismo es de sí considerado una profesión u oficio de naturaleza crítica al orden político y social, el periodismo ambiental es particularmente perceptivo hacia las disfuncionalidades del modelo de desarrollo económico prevaleciente; sin embargo, su marginalidad dificulta la inserción de los temas ambientales en la agenda pública (Castro, Reyes y Larrosa, 2012), así como despertar la atención de las audiencias acerca de aquellos3.
La situación descrita es de fondo propiciada por el hecho que las empresas privadas (incluyendo las de comunicación), los organismos multilaterales, los gobiernos nacionales e incluso las organizaciones no gubernamentales están asidos ideológicamente al esquema global de desarrollo, por lo cual asumen una noción débil de sustentabilidad, como la que da sustento al concepto de desarrollo sustentable4. De tal modo se ha normalizado en el imaginario social la instrumentalización de la vida y de la naturaleza �afirman Castro, Reyes y Larrosa (2012)�, que hoy resulta “difícil encontrar discursos en los medios de comunicación que hagan una crítica frontal a un proyecto civilizatorio que ha propiciado una escisión entre la sociedad y la naturaleza, y está acarreando una crisis ecológica de magnitudes inciertas” (p. 58). Por el contrario, lo que se requiere es una práctica comunicativa que integre una crítica explicativa sobre las causas de los problemas sociales y ambientales que genera el actual modelo de desarrollo, de acuerdo con los autores citados.
Pese a las críticas que recibe de manera constante, el trabajo de los medios informativos tiene un efecto importante en las sociedades, puesto que, al ofrecer información sobre los sucesos cotidianos, ayudan a las personas a entender las claves de su entorno (Picó, 2017) y a crear una opinión informada que genera reflexiones sobre el estado de las cosas, lo cual puede considerarse en sí como un elemento formativo (Castro, Reyes y Larrosa, 2012). Sin embargo, no es una función de los medios educar a la sociedad en materia alguna; en este punto “habría que diferenciar entre el proceso de creación de opinión sobre cualquier cuestión ambiental y el proceso educativo” (Picó, 2017, p. 391-392). Este aspecto ha de discutirse con otros actores del ambientalismo nacional, entre ellos las entidades gubernamentales, organismos no gubernamentales, activistas y educadores ambientales, que frecuentemente exigen a los medios un efecto educativo hacia la sociedad.
[3] Alcoceba (2004) adjudica el desinterés de las personas hacia los asuntos ambientales a la falta de compromiso de las empresas informativas por ofrecer una suficiente y adecuada oferta de contenidos en la materia.
[4] Gudynas (2010) analiza las tendencias del desarrollo sostenible, y distingue al menos tres “grados” o niveles de este: débil, fuerte y super fuerte. El primero, explica, mantiene la vigencia de la ideología del progreso, se somete a las metas de crecimiento económico, otorga valor económico a la Naturaleza y precisa ciertos límites ecológicos manejables. Este tipo de desarrollo sustentable considera a la conservación como una necesidad para el crecimiento económico, pues observa a la naturaleza como “recurso” y como “capital” para el bienestar humano.
1.2. De los medios tradicionales a los medios digitales
El ámbito de la investigación en comunicación se ha interesado en el desempeño de los medios informativos tradicionales en el manejo de los asuntos ambientales, mas no ha hecho lo mismo con las iniciativas independientes de periodismo ambiental en medios digitales autónomos (es decir, independiente a empresas informativas gubernamentales o privadas, de entidades gubernamentales y organismos no gubernamentales), los cuales proveen de información especializada con el objetivo de incidir en la agenda pública con el fin de lograr atención y solución a los problemas socioambientales nacionales.
Salaverría (2015) cuestiona la tendencia a centrar los estudios sobre periodismo digital en las versiones digitales de los periódicos impresos, y sugiere ampliar el espectro de la investigación sobre este tipo de medios puesto que, “si en la industria periodística se multiplican y consolidan los medios nativos digitales, parece obligado prestar interés a la investigación en torno a esos medios” (p. 224). Por otro lado, en este tipo de investigación se requiere de estudios más analíticos que los eminentemente descriptivos (ídem).
Factores de variada índole propician la existencia de estos medios digitales (nativos) de periodismo ambiental. Uno de ellos es lo que podría considerarse el escaso interés por parte de las empresas informativas ‘tradicionales’ por sostener una sección o equipo exclusivo sobre asuntos ambientales5. Como consecuencia, la permanencia en los medios tradicionales de los pocos periodistas que se han especializado en asuntos ambientales es bastante vulnerable (Castillo, 2019; Picó y Pellisser, 2010) en relación con los que atienden otras “fuentes” o temas informativos. El resultado es que, en esos medios, la información ambiental se mantiene a un nivel latente, pues no puede desaparecer, pero tampoco alcanzar espacios importantes permanentes dentro del contenido informativo (ídem), salvo en los casos donde lo ambiental resulta catastrófico o espectacular (Alcoceba, 2004; Cimadevilla, 2005)6.
Por lo general, el enfoque de la información ambiental en los medios tradicionales (al igual que en los sectores económicos, políticos y sociales mayoritarios) es predominantemente antropocéntrico; es decir, las catástrofes o los problemas ambientales tienden a tasarse en función de las afectaciones a las poblaciones humanas, y poca vez se observan los prejuicios en los ecosistemas o la biodiversidad como relevantes en sí mismos. El tratamiento informativo se centra en los efectos económicos provocados por la degradación ambiental en las actividades productivas y en el estado de los “recursos naturales”, bajo un abordaje pragmático que limita las posibilidades de las personas para participar en procesos de cambio de los estilos de vida prevalecientes (Castro, Reyes y Larrosa, 2012). Además, se privilegia la cobertura de las consecuencias; pocos espacios se dan para investigar las causas y estructurar un enfoque holista de las complejas relaciones de lo social con lo ambiental.
Detrás de esos enfoques informativos prevalecientes, Cimadevilla (2005) descubre un razonamiento “naturocausal”, debido al cual el tratamiento periodístico ordinario de la información sobre asuntos ambientales “refuerza cierta concepción determinista acerca de que ‘lo que produce la naturaleza’ es independiente de la sociedad y ésta última está librada a sus fuerzas, movimientos y contingencias” (p. 117). Esto genera en los sujetos una idea de desconexión respecto a las interacciones o efectos de las actividades humanas sobre el ambiente, así como a las respuestas de la naturaleza a los fenómenos antrópicos. Lo anterior es reflejo de las percepciones sociales mayoritarias, como se ha indicado.
Sin tales arraigos, el periodismo ambiental independiente puede asomarse de otras maneras a las problemáticas ambientales, amplias en perspectiva y en investigación. La internet ofrece para ello espacios prácticamente ilimitados7. De esta manera, la oferta, la calidad y la selección de los temas socioambientales a través de la red se convierten en una prioridad que es factible de realizarse, lo que ayuda a mantener viva “la aspiración de integrar el medio ambiente en la actualidad diaria, con normalidad, sin necesidad de catástrofes naturales ni de espectáculos ecológicos” (Picó y Pellisser, 2010: 53). Alcoceba (2004) añade a las ventajas de la internet la oportunidad de expandir los alcances de la información ambiental, al permitir la prevalencia de perspectivas locales hacia lo global, a contracorriente de lo que generalmente ocurre con los fenómenos ambientales planetarios, como el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad.
Dadas estas razones, dentro de espectro de especialidades que abarca la comunicación ambiental, este artículo se enfoca en los medios digitales de periodismo ambiental, por considerarlos un espacio en el que la comunicación ambiental tiene posibilidad de autoconstruirse y consolidarse.
[5] Esto obedece, entre otras razones que se han expuesto, a que el relato medioambiental es complejo, diverso y específico, características que dificultan su comprensión entre las audiencias masivas (Picó, 2014), además de que no es atractivo desde una perspectiva publicitaria.
[6] De los medios tradicionales mexicanos de cobertura nacional que cuentan con sitios electrónicos, solamente el sitio web de Televisa cuenta con un segmento fijo sobre “Clima y fenómenos naturales”. El Canal Once del Instituto Politécnico Nacional desarrolla de forma temporal una serie de programas en colaboración con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, titulada “Naturaleza”, pero no es un programa permanente. El sitio digital del diario Excélsior tiene un suplemento comercial titulado “Atmósfera”, que promueve negocios “verdes”. Otros cuatro medios tradicionales de cobertura nacional cuentan con secciones de ciencia y tecnología, que es lo que se considera más próximo a la información ambiental. La revista Proceso publicó en abril de 2020 un reporte especial sobre el tren maya en un sitio creado para ello (https://trenmaya.proceso.com.mx/), que contiene un extraordinario trabajo de investigación sobre diversos ámbitos que confluyen en el problema. La revista Nexos abrió en enero de 2020 un blog titulado “Crisis ambiental”, que da cabida a colaboraciones de expertos y personas interesadas en el tema para publicar pequeños ensayos u opiniones sobre las diversas problemáticas ambientales del país (https://medioambiente.nexos.com.mx/). Fuera de estas iniciativas, no se halló algún otro segmento, sección o programa especializado en asuntos ambientales en los medios periodísticos tradicionales en sus versiones digitales.
[7] Peña-López y Padró-Solanet (2017) observan dos grandes ventajas en el acceso a la internet. Por una parte, mencionan, las herramientas de la web “han hecho que los ciudadanos nos hayamos dado cuenta, por la puerta trasera, de los grandes cambios que afectan a nuestra cotidianidad” (p. 398). Por otro lado, en los escenarios de la internet, ya sin intermediarios, los canales de comunicación también propician socialización y conversación sobre temas de interés social, más allá de las agendas políticas y los discursos predominantes.
2. OBJETIVO
El objetivo de la investigación es caracterizar la situación de medios digitales independientes de periodismo ambiental en México a partir de un estudio exploratorio y descriptivo de estos medios, enfocado en los principios éticos y periodísticos que sostienen, en la perspectiva con la que abordan los temas socioambientales, así como los desafíos para la construcción del periodismo ambiental que demanda la problemática nacional.
Las preguntas de investigación son: ¿Cuáles son los objetivos de los medios digitales independientes de periodismo ambiental en México? ¿En qué contexto surge este tipo de medios? ¿Qué desafíos enfrenta el periodismo ambiental para lograr su consolidación?
3.1. Estrategia metodológica
La ruta metodológica para la elaboración y análisis de datos se describe a continuación.
3.1.1. Selección de los casos
Para definir el universo de exploración se hizo una primera búsqueda en enero de 2020 a través de motores de búsqueda electrónicos, mediante palabras clave como “información ambiental”, “periodismo ambiental”, “noticias ambientales”, “México”, “comunicación ambiental”, la cual arrojó un importante número de sitios relacionados con entidades gubernamentales, organismos no gubernamentales y algunos medios “tradicionales” de comunicación que abordan este tipo de contenidos. También se hizo una consulta directa a periodistas, organizaciones no gubernamentales y activistas ambientales sobre la existencia de este tipo de portales electrónicos.
Con base los primeros resultados obtenidos, se definieron las características del tipo de medios que interesan para la investigación, a fin de delimitar la muestra: Son sitios electrónicos nacionales; se especializan en la difusión de información sobre asuntos o temas ambientales (se descartan por sitios de empresas o consultorías que ofrecen servicios de producción o difusión de contenidos); son actualizados con regularidad; utilizan géneros periodísticos (ensayos, reportajes, noticias, crónicas) apoyados en fotografías y recursos multimedia; pertenecen a agrupaciones independientes conformada por comunicadores, expertos de las ciencias naturales o ambientalistas8.
Al centrar la búsqueda en los criterios establecidos, quedó una lista con de ocho portales que cubrían la mayoría de tales características. En una nueva revisión se encontró que uno de estos sitios, por su perfil, correspondía al portal de una organización de periodistas ambientales (www.rempa.com.mx), y otro más había desaparecido de la internet, (http://www.planetaazul.com.mx/site/) por lo cual el universo se concentró en seis medios digitales de información/periodismo ambiental (Tabla 1).
[8] Son independientes de medios “tradicionales”, así como de organismos no gubernamentales ambientales (WWF, Pronatura, Ceiba, CCMSS, CEMDA, Naturalia, FMCN, etc.), certificadoras (FSC, Rainforest Alliance), instituciones gubernamentales (Semarnat, Conabio, IMTA, Conanp, INECC, etc.), empresas públicas o privadas (Fondo ambiental HSBC, Reforestamos México -de Bimbo-, Fundación Ford, Coca-Cola, entre otras), instituciones de educación superior, iglesias, partidos políticos, organismos internacionales (PNUMA, IPCC, ONU Ambiente, UICN), como también de empresas o consultorías de comunicación (Conecto https://www.conecto.mx/en/ ; Ecoosfera https://ecoosfera.com).
Tabla 1. Medios digitales de información y periodismo ambiental existentes en el país.
Fuente: elaboración propia.
Al incluir características de calidad y actualidad de los contenidos y del ejercicio de una práctica periodística especializada en asuntos socioambientales, se halló que dos de estos medios (México ambiental y Ecohistorias) ofrecen contenidos mayoritariamente elaborados a partir de documentos oficiales, comunicados, noticias de otras agencias y sitios informativos, a diferencia de los otros cuatro portales, que producen sus propios contenidos como resultado de la práctica periodística. Por tal razón, esos dos portales fueron clasificados como sitios de difusión de información ambiental.
Entre los cuatro medios digitales que realizan periodismo ambiental, se observó que el sitio electrónico de Meloncoyote9 �un medio de periodismo regional del Golfo de California que reúne contenidos de buena calidad periodística�, tiene como única función la de servir como repositorio de un número anual de noticias ambientales elaborado en formato pdf. Al carecer de algunas de las características definidas para la selección de la muestra, tales como el diseño y funcionalidad del sitio, así como por los extensos periodos para la actualización de la información, Meloncoyote fue descartado como parte de la muestra. El estudio se centró en tres medios digitales de características óptimas de calidad de contenido, práctica periodística, y acceso y funcionalidad del sitio, que los identifican como medios digitales independientes de periodismo ambiental mexicanos: Tierra Baldía, Verde Bandera y Son Playas (Anexo 1).
[9] Meloncoyote es un producto del proyecto Periodismo para Elevar la Conciencia Ecológica (PECE), apoyado por la Fundación McArthur. El sitio electrónico fue creado en 2009, con un formato de revista fija. En abril de ese año publicó un primer número en español; en 2010, tres números en español e inglés; y dos en 2011. Entre 2012 y 2017 publicó un solo número anual. Dejó de publicar en 2018 y 2019, y en 2020, hasta la fecha, aparece con un solo número.
Fuente: http://tierrabaldia.com.mx/
Imagen 1. Portada del sitio Tierra baldía.
Fuente: https://verdebandera.mx/
Imagen 2. Portada del sitio Verde bandera.
Fuente: https://sonplayas.com/
Imagen 3. Portada del sitio Son playas.
3.1.2. Elaboración y análisis de datos
La recolección de información sobre los ocho medios digitales identificados en la primera etapa se basó en el método para la observación de medios propuesto por Paláu y Larrosa-Fuentes (2014). De cada uno de los medios se elaboró una ficha para el registro de datos generales, que incluyó: nombre del medio, URL, objetivo / misión, director, equipo de colaboradores, fecha de inicio, periodicidad, secciones, temáticas predominantes, elementos gráficos y multimedia que utiliza, géneros periodísticos, interactividad, financiamiento, estadísticas visibles, capturas de pantalla, entre otros datos. Este registro tuvo como objeto identificar los sitios vigentes de información ambiental para tener un panorama general sobre los medios digitales actuales. Con base en los registros de cada medio se elaboró una matriz de concentración de datos generales de los medios identificados y una descripción general que comprende a los tres medios seleccionados.
El análisis e interpretación de datos de los medios digitales identificados en la primera fase se basó en el método de Paláu y Larrosa-Fuentes (2014), y tomó referencias del esquema de análisis de sitios web de Crovi, Aguirre, Apodaca y Camacho (2002), dando una mayor ponderación a la calidad y actualidad de los contenidos, así como a un significativo uso de recursos periodísticos, con el fin de determinar cuáles desarrollan una práctica profesional de periodismo ambiental factible de consolidarse, o ya consolidada, como se ha indicado.
Posteriormente se hicieron entrevistas semiestructuradas a los directores de Tierra baldía, María del Carmen Tajonar Méndez; de Verde bandera, Sergio Hernández Márquez, y de Son playas, Raquel Zapien Osuna, con base en una guía de entrevista con ocho preguntas para completar información relativa a los medios y al contexto en el cual surgieron, así como para conocer la perspectiva de estos comunicadores en torno a la propuesta periodística que cada uno dirige, y del devenir del periodismo ambiental en general. Dichas entrevistas fueron transcritas con el fin de recuperar los contenidos más relevantes al objetivo de este trabajo y proceder con el correspondiente análisis de las mismas mediante el procedimiento de condensación de significado (Kvale, 2014)10. Con base en una síntesis interpretativa que permitiera obtener elementos para responder a las preguntas de investigación, se desglosan los ejes categoriales del estudio: la situación de los medios digitales nativos de periodismo ambiental, los principios éticos y profesionales de la práctica periodística, así como los desafíos para la consolidación del periodismo ambiental.
[10] Este procedimiento consiste en obtener la idea de conjunto de cada entrevista mediante una lectura de la misma; posteriormente, definir las unidades de significado y nombrar el tema prevaleciente en dichas unidades, organizar las expresiones de manera temática y asociar a las unidades de significado con los propósitos de la investigación (Kvale, 2014).
4. DISCUSIÓN
4.1. Resultados
La presentación de estos resultados se hace a través de una contrastación de las respuestas de los entrevistados que permita encontrar los puntos de consenso y de disenso acerca de los aspectos analizados de este campo profesional en construcción, que en este momento cuenta con únicamente tres medios digitales independientes de periodismo ambiental11. Las afirmaciones que aquí se presentan han sido expresadas verbalmente por Tajonar Méndez, Hernández Márquez y Zapien Osuna durante las entrevistas realizadas por la investigadora. Las citas textuales son referenciadas únicamente con los apellidos del emisor.
Los directores de los sitios estudiados coinciden en tener un profundo interés personal por los temas ambientales y pocas posibilidades de ejercerlo en medios informativos tradicionales; están en un rango de edad que va de los 45 a los 50 años, cuentan con una experiencia de al menos dos décadas en el ejercicio del periodismo en sus respectivas entidades, y su interés actual es consolidar un proyecto profesional que les permita desarrollar su actividad profesional de la manera más satisfactoria posible, representado por sus respectivos sitios. Dos de ellos estudiaron en universidades públicas estatales y una en una universidad privada. Dos son licenciadas en comunicación y uno estudió la licenciatura en estudios políticos.
[11] Existen medios digitales de periodismo de investigación cuyos trabajos intersectan con el periodismo ambiental, como el proyecto especial Resistencias, realizado por Pie de página entre 2017 y 2018 (https://especiales.piedepagina.mx/resistencias/); y de medios de periodismo de datos, como el proyecto Belleza concesionada, de La Data (http://www.ladata.mx/BellezaConcesionada/).
4.1.1. Situación del periodismo ambiental
Coinciden los entrevistados en que, como práctica profesional, el periodismo ambiental empezó a ser visibilizado en México hacia la década de los 2000, aunque desde los 90 se impulsaron algunas iniciativas para la cobertura de temas ambientales por parte de empresas informativas tradicionales. Hasta la fecha, aunque se observan avances en cuanto a la expansión de la práctica del periodismo ambiental entre más profesionistas interesados y a la presencia posible de notas sobre problemas ambientales en las primeras planas, éste no ha logrado establecerse como parte de la arquitectura editorial de los medios tradicionales.
“El tema ha ganado importancia”, dice Hernández Márquez, “en el país, en las mesas de redacción, ya no es un tema ninguneado, sino que es un tema importante”. Zapien Osuna, por el contrario, afirma que “hay una rezagada valoración del tema en los medios tradicionales, salvo por espectacularidad o cuando hay situaciones extraordinarias”. Tajonar Méndez señala que en los medios tradicionales se cubren las notas ambientales por oportunismo, por parte de personas que no tienen conocimientos sobre los asuntos que abordan, lo cual distorsiona la información que publican.
Los tres entrevistados observan un escaso número de profesionistas especializados y también una deficiente formación de periodistas ambientales, lo cual representa una enorme debilidad en el objetivo de colocar los asuntos ambientales en la agenda pública. En su caso, los tres se han procurado su propia formación, en un esfuerzo constante.
“El tema ambiental es muy complejo, porque implica meterle mucha cuestión de ciencia dura y ciencias sociales”, señala Hernández. Zapien Osuna reconoce que el ejercicio del periodismo ambiental le implica esfuerzos significativos, por ser un área donde no es sencillo especializarse. Esto la obliga a trabajar con un mayor cuidado y buscar contexto: “aunque sea una nota chiquita, que parece muy simple, yo tengo que leer, buscar información adicional para ver si así como lo estoy enfocando, o para ver si ese término así como lo estoy utilizando, es el correcto”. Tajonar Méndez también advierte ese reto para sí misma: “ni yo me digo experta, porque hay muchos temas que se me escapan y tengo que recurrir a fuentes y pedirles que me expliquen”-
Cada uno de ellos resuelve sus déficits de conocimiento sobre disciplinas o temas especializados con sus propios métodos y recursos; los tres acuden a expertos, académicos o científicos en los asuntos que necesitan comprender para poder procesar y explicar la información a sus audiencias, y también estudian los temas en fuentes documentales y bibliográficas cuando es requerido. La importancia de esta preparación se traduce en un resultado profesional y productivo que, se espera, será de utilidad para las audiencias. El periodismo ambiental, afirma Tajonar Méndez, “no es una tarea para cualquiera”.
4.1.2. Concepto y principios éticos del periodismo
Los entrevistados proponen definiciones del periodismo ambiental que van desde periodismo sobre temas socioambientales hasta una perspectiva �la de complejidad� en el abordaje de prácticamente todo asunto social. Para Hernández Márquez es un periodismo enfocado a temas de sustentabilidad y de calidad de vida y, por lo mismo, una cuestión transversal al mundo social; Tajonar Méndez lo define como un periodismo de investigación, a la vez que de denuncia, relativo a asuntos socioambientales. Zapien Osuna observa al periodismo ambiental como reflejo de las problemáticas socioambientales, complejas y a la vez primordiales.
A decir del conjunto, el ambiental es un periodismo de investigación, de inmersión y de inversión, que produce pocos materiales (cuantitativamente hablando) sofisticados y de mayor calidad, desde un punto de vista cognitivo y reflexivo, lo cual requiere espacio y tiempo para lograrse. Dicha condición está asociada incluso a la madurez humana y profesional del periodista; es decir, “ya ni siquiera estamos en edad. No estamos interesados en hacer notas, en registrar simplemente hechos aislados sin que generen una explicación profunda”, explica Hernández Márquez.
El periodismo ambiental es, sobre todo, contextualizado, dice Hernández Márquez; lo que para Zapien Osuna significa que debe “darle ejemplos a las personas de cómo la crisis ambiental está afectando su vida diaria”. La periodista sinaloense agrega que, además de la proximidad, el periodismo ambiental debe relacionarse con la identidad y la cultura local: “bajarlo a nivel local hace que conectes con la gente porque ya sienten que tiene que ver con su familia con su entorno, con su cultura, su identidad”, añade.
¿Es útil el periodismo ambiental? Coinciden los tres en que la utilidad primera del periodismo ambiental es aportar en amplia perspectiva los elementos informativos que permitan a las personas entender las cuestiones ambientales más allá de los hechos, sino las causas, los actores, las consecuencias, los procesos, los contextos. Este trabajo, señala Hernández Márquez, brinda herramientas a la gente para que actúe, si así lo decide hacer: “se busca que también sirva como una especie de herramienta ciudadana, para que en determinado momento pueda ayudar a una acción social… no sé ni siquiera en qué sentido, porque eso ya al final lo decide la gente; si lo hace o no lo hace y hasta dónde se compromete para hacerlo”.
De manera gradual, el periodismo ambiental va de la información elemental para que las personas puedan darse cuenta de cómo les afecta una determinada situación y puedan incidir en ella (Tajonar Méndez), a la expansión de “públicos evolucionados que buscan información de mayor profundidad y calidad” (Hernández Márquez). Con este término, el director de Verde bandera se refiere a personas más educadas o interesadas en la información de mayor calado: “no es ni siquiera un asunto de buscar un elitismo en cuanto a lectores, más bien es un asunto de pueden ser productos periodísticos mejor elaborados, y a partir de estar mejor elaborados, tener un mayor impacto; tener más herramientas, tener más sustento que en la cuestión legal, que en la cuestión científica, y ser, a partir de ese marco de producción holística, más interesantes todavía que esa información fugaz y banal que anda por ahí”, explica.
¿Es un periodismo activista? Hernández Márquez y Zapien Osuna rechazan tal denominación; Tajonar Méndez la afirma. Zapien Osuna señala que el periodismo es una profesión signada por su rigurosidad: “el periodismo es periodismo independientemente de qué tema y tiene sus reglas. Por supuesto que para dedicarte al tema ambiental es porque tu corazón está ahí y porque tú tienes esos principios, porque coincides con estos temas”, pero ello no obliga a una militancia, pues este periodismo, con su solo quehacer, sirve a las causas ambientalistas, ayuda a visibilizar un problema y también a plantear soluciones posibles. Hernández Márquez también considera que la movilización para cambiar el estado de las cosas le corresponde a los actores sociales. Tajonar Méndez considera que este periodismo es muy cercano a la gente, lo cual implica una postura personal: “no podemos ser periodistas de escritorio, sino que tenemos que involucrarnos con las comunidades, con los animalistas, con todas las luchas que hay. Creo que como periodistas debemos caminar con ellos”.
4.1.3. Panorama de los medios digitales independientes de PA
El surgimiento de medios digitales alternativos representa una oportunidad muy favorable para el desarrollo del periodismo ambiental, coinciden los tres entrevistados. Los contenidos son accesibles de manera permanente y libre a lectores interesados de cualquier lugar del mundo, lo que otorga visibilidad a los asuntos que en ellos se publican (Tajonar Méndez). Además, al estar fuera del ritmo de producción industrializada de información noticiosa, explica Hernández Méndez, estos medios pueden permitirse el analizar, entender y reflexionar las problemáticas de manera holista, por lo que “ser marginal no significa necesariamente desventaja, en materia de oficio”. Es posible decir, con Zapien Osuna, que “las propuestas de mayor calidad en periodismo ambiental en el país son independientes y digitales”.
Sin embargo, la situación de los medios digitales independientes de periodismo ambiental está lejos de ser estable o definitiva, particularmente –y en esta situación se inscriben los tres medios estudiados– para garantizarse la autonomía financiera que les permita continuar su operación e incrementar el número de colaboradores, a fin de poder abarcar un mayor número de asuntos socioambientales desde el punto de vista periodístico, con el nivel de calidad deseado, que permita ofrecer a los lectores un vasto panorama de temas de potencial interés, al tiempo de ampliar las audiencias para esta información. Este es “un reto para los que intentamos tener una mejor calidad de lectores, a partir de mejores productos periodísticos”, dice Hernández Márquez.
En un contexto complicado y desafiante para el periodismo en general y para la resolución de las problemáticas socioambientales, las mayores posibilidades de consolidación de los medios independientes están en su interior, asegura Hernández Márquez: “los medios de periodismo ambiental debemos ser más profundos y más rigurosos. Tenemos que ser más periodistas”.
Hernández Márquez ve en la situación actual una oportunidad para continuar evolucionando, tanto a escala individual del periodista como de las empresas periodísticas, en el interés de coadyuvar con el cambio social, a partir de un cambio en la visión civilizatoria de lo que hoy es normal, hacia otras perspectivas de sustentabilidad y autocontención humana.
Creo que esa visión tiene que cambiar desde el periodismo para que puede trascender a la sociedad. Porque el tratamiento de la información, en general, es a partir del ser humano, de nuestras necesidades, nuestros gustos y lo que sentimos que es nuestro derecho, que es ser la especie que todo se merece, independientemente de que esto afecte a una, o muchas, especies. Pero esas ya son palabras mayores, de permear una cultura ambiental que transforme la visión del ser un humano, de que no somos el sol en el planeta. Estoy de acuerdo de que esta sería la etapa siguiente, pero es necesaria (Hernández Márquez).
4.2. Discusión
Al mismo tiempo que su importancia es reconocida en diversos sectores sociales, el periodismo ambiental que se desarrolla en México es una actividad marginal en relación con el periodismo generalista y la comunicación pública, pese a la relevancia que pueda tener para incidir en la conformación de una opinión holista y alerta acerca de las problemáticas socioambientales. En este escenario, ¿por qué insistir en pretender la expansión y consolidación del periodismo ambiental en México? Sus realizadores (en este caso los directores de los medios digitales independientes) sostienen que este trabajo es necesario para dar herramientas a las personas para tener una opinión informada y elementos que propicien y faciliten una posible acción social. Para ellos significa también una etapa necesaria de desarrollo personal y profesional, al llevar la práctica periodística a otros estadios que implican mayores retos, conocimientos, e incluso una visión mucho más crítica que la que de ordinario se ejerce en este ámbito profesional. Corresponde, también, con la complejidad de la era y sus desafíos para la vida en el planeta.
Exista o no interés entre las poblaciones acerca de las problemáticas ambientales, éstas deben ser conocidas, apropiadas y atendidas por parte de las sociedades implicadas. En la primera tarea, el trabajo del periodismo ambiental resulta esencial, particularmente con la provisión de contenidos cercanos a las realidades inmediatas y al contexto cotidiano, donde las personas puedan verse como actores que poseen responsabilidades sociales y una agencia para incidir directamente en sus entornos, más que como consumidores saturados de información ajena (Cimadevilla, 2005).
El periodismo ambiental utiliza técnicas del periodismo de investigación y tiende a profundizar en las condiciones y causas estructurales de los conflictos socioambientales o, al menos, a relacionar la influencia humana en la ocurrencia de este tipo de eventos. Bajo tales características, es posible afirmar que el periodismo ambiental, como especialidad, tiene acaso dos décadas de desarrollo en México y se ha caracterizado por ser una práctica marginal en los medios tradicionales de información.
Puesto que los medios informativos tradicionales no están interesados en abrir espacios propios a este tipo de información, el abordaje y exposición de los problemas socioambientales queda a cargo de otros actores sociales, como se ha indicado al inicio de este artículo, dentro de los cuales los periodistas y los medios digitales de periodismo ambiental tienen un papel importante. Aún de manera marginal, y con el reto constante de poder mantener su operación, estos definen una base mínima de referencia para el quehacer requerido.
El advenimiento de la Internet transformó el esquema tradicional de los medios masivos y permitió el surgimiento de alternativas especializadas, tanto en la segmentación de audiencias como temáticas, favoreciendo la creación de medios digitales de periodismo ambiental independientes. La internet abre espacios ilimitados y grandes posibilidades de interacción con fuentes e interlocutores, generando oportunidades para transformar las dinámicas y los flujos informativos, y permite que la importancia de lo local se coloque por encima de otras dimensiones lejanas. Esto neutraliza la tendencia a presentar en la comunicación pública los problemas ambientales como algo externo ha propiciado la desconexión o el desinterés de las personas por los problemas ambientales, como lo advierte Alcoceba (2004).
La alternativa que significa la red para los medios especializados permite explorar, además, otros gradientes en los enfoques informativos, donde dejan de dominar los más antropocéntricos y se abre espacios a visiones biocéntricas, críticas y, o complejas, donde la relación humano-ambiente es directa y la apreciación general rebasa los parámetros comunes de medición del “problema” ambiental.
Los medios digitales estudiados �Tierra baldía, Verde bandera y Son playas� desarrollan una importante labor a escala local, pues conectan los problemas ambientales con la población local. Son referentes para otros medios informativos que carecen de secciones o periodistas especializados en asuntos ambientales y también conforman una alternativa para sectores interesados en este tipo de información, como los académicos, investigadores, expertos, funcionarios públicos, organizaciones de la sociedad civil, comunidades, entre otros, tanto como fuentes de consulta como espacios de discusión de asuntos específicos de interés regional.
Estos medios desarrollan un periodismo ambiental profesional que reconoce sus deficiencias y los convierte en retos para su propia consolidación, entre ellos la necesidad de constante capacitación y el estudio de otras disciplinas; el mantener una visión holista y compleja de las problemáticas, identificar las causas primeras más allá de los hechos visibles y espectaculares; mantener la creatividad. Zapien Osuna, en particular, propone un periodismo local basado en características de proximidad, en la identidad cultural y ecosistémica de las poblaciones, para recuperar o fortalecer la conciencia de relación e interconexión humano-naturaleza, que favorezca la toma de decisiones y la participación social en los problemas socioambientales. Sin ser propiamente activista, con su solo trabajo el periodismo ambiental ofrece amplias y profusas herramientas para las causas socioambientales.
5. CONCLUSIONES
Sobre el periodismo ambiental se han elaborado diversos estudios, principalmente de análisis de contenido y revisiones críticas en las cuales se infiere una falla de los medios informativos tradicionales en su presunta obligación de “educar a la sociedad en los valores vinculados a la sostenibilidad y la ecología” (Picó, 2017), además de la de informar con rigor sobre los sucesos que afectan la vida de las poblaciones. Tal presunción carece de bases sólidas y tiende a opacar las responsabilidades que en ese sentido tienen otras instancias gubernamentales y sociales, al adjudicar a los medios informativos la educación de la sociedad sobre sustentabilidad. Pero el periodismo ambiental asume un fuerte compromiso en el sentido de proporcionar herramientas informativas útiles para la reflexión y la toma de postura por parte de las personas respecto a las problemáticas socioambientales, lo que representa el estadio esencial para una posible organización y la acción social.
¿Está haciendo el periodismo ambiental lo suficiente? Si a las escasas iniciativas que existen en el país de este tipo de periodismo se suma su vulnerabilidad económica, su incipiente influencia en los contextos locales contra una corriente cultural apabullante, el periodismo ambiental tiene en sí un enorme reto: la deconstrucción de sus paradigmas actuales, que les permita crear una perspectiva contracultural, más crítica de los procesos económicos, políticos y sociales que propician el deterioro planetario y, de ese modo, coadyuvar en una necesaria transformación de dichos paradigmas civilizatorios. Esto es notorio en los medios tradicionales, donde, a pesar de la creciente importancia que se le pudiera dar a los temas ambientales, su tratamiento editorial no ha mejorado, necesariamente.
Se han revisado en este texto las cualidades y los desafíos de tres medios digitales de periodismo ambiental que operan en tres entidades federativas del país. Se ha visto, por las respuestas de los entrevistados, que en el mundo del periodismo ambiental mexicano la personalidad y la trayectoria profesional de los sujetos que lo ejercen resultan clave para entender el surgimiento de medios digitales independientes especializados. Se ha identificado también que la principal vulnerabilidad de estas empresas es el financiamiento, pues son de acceso libre y no son exitosas en la atracción de publicidad y, o fondeo público que les permita ser autosostenibles para su operación básica, y menos para una ampliación en la estructura de colaboradores que les permitan abarcar más investigaciones e incluso, para el sostenimiento del equipo humano indispensable mediante la adquisición de honorarios. Sin aspirar al lucro, es necesario que este tipo de proyectos logre la viabilidad financiera de largo plazo que le permita enfocarse en el desarrollo de contenidos útiles para los desafíos que plantean los múltiples problemas socioambientales existentes en todas las escalas geográficas.
Es necesario fortalecer este tipo de iniciativas, si se busca la consolidación de un periodismo ambiental que responda a los retos de país y globales. El periodismo ambiental pudiera verse como una especialización de contenidos pero, por lo visto, constituye más bien un nuevo estadio en la evolución del periodismo y de la comunicación ambiental que la época necesita para enfrentar los desafíos civilizatorios.
AUTORA
Raquel Aparicio Cid
Doctora en Investigación Educativa por la Universidad Veracruzana, Maestra en Educación Ambiental por la Universidad de Guadalajara y Licenciada en Periodismo. Actualmente está adscrita al Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana, es docente de posgrado. Ha formulado e implementado estrategias de comunicación para organizaciones gubernamentales y civiles, con un enfoque en asuntos de medio ambiente y sociedad, particularmente bosques, cambio climático, resiliencia, sustentabilidad y participación social. Ha desarrollado periodismo de investigación en temas ambientales. Sus intereses de investigación se orientan a la comunicación ambiental, la semiótica de la naturaleza, los sistemas de conocimientos locales y las prácticas epistémicas sociales vinculadas con las formas de relación humano-ambientales. raparicio@uv.mx
Orcid ID: https://orcid.org/0000-0003-0711-1769
Google Scholar: https://scholar.google.com/citations?user=a9w6SNsAAAAJ&hl=en
Researchgate: https://www.researchgate.net/profile/Raquel_Cid4
Anexo 1. Perfil de los medios digitales de periodismo ambiental estudiados.
Fuente: elaboración propia.